29 septiembre 2012

Un día en Bratislava (Eslovaquia)


El pasado octubre un grupo de Erasmus bastante grande decidimos ir a Bratislava, capital de Eslovaquia. El viaje fue bastante corto, es decir, fuimos y venimos en el día. Podría pensarse que es una locura ver la capital de un país en un día, teniendo en cuenta también el viaje de ida y vuelta, pero no.

Todo el grupo frente al Palacio Grassalkovich
Bratislava no es una ciudad demasiado grande, al menos su centro histórico, y se puede ver en poco tiempo y sin usar transporte público ya que se puede ir prácticamente a todos lados a pie. Para ir a Bratislava desde Budapest hay dos vías, en tren y en autobús. Nosotros optamos por el tren y más o menos se tarda casi 3 horas y el precio fue de unos 16 euros ida y vuelta.

Billete del tren
Eslovaquia es un país pequeño con cinco millones y medio de habitantes. Un 85% son eslovacos y la segunda mayor población es húngara, alrededor del 10%. Bratislava apenas llega al medio millón de almas. Los primeros eslavos se asentaron en esta zona en el siglo V de nuestra era. Eslovaquia formó parte del Imperio austro-húngaro hasta después de la Primera Guerra Mundial. Fue entonces cuando se unieron la actual República Checa y Eslovaquia formando Checoslovaquia en 1918 hasta 1993. Al finalizar la Segunda Guerra Mundial , Checoslovaquia cayó bajo el control del régimen comunista controlado por la URSS. Con la caída del comunismo en el año 1989, los eslovacos dirigieron sus pasos hacia la independencia y la democracia. Bratislava formó parte del Reino de Hungría cuando éste se formó hacia el año 1000, por lo que Bratislava en el siglo XIII se le concedió el título de Ciudad Real y su nombre no era Bratislava, si no Pozsony. Además la ciudad, está casi en la frontera con Austria y Viena sólo queda a 80 km. Los Cárpatos también comienzan en esta ciudad.


Una vez llegamos a Bratislava tuvimos que caminar unos 15 minutos para ir al centro puesto que estábamos en la estación de trenes. Ya llegábamos casi al centro cuando empezamos a divisar el castillo de Bratislava en el punto más alto de la ciudad. También llegamos al Palacio Grassalkovich que era la residencia de verano de un conde con el mismo nombre. Fue construido en el siglo XVIII y fue el centro de la vida social en esa época. En 1996 fue reconstruido y pasó a ser la residencia oficial del presidente de la República Eslovaca.

Palacio Grassalkovich
A partir de ahí, comenzamos a andar con la intención de subir al castillo de Bratislava. Recorrimos las calles que bordeaban el centro de la ciudad, vimos los tranvías de la ciudad y comenzamos a ir cuesta arriba para ir al castillo.


 Nos topamos con la Iglesia de la Trinidad que toma el modelo de una en Viena y la Iglesia de San Esteban de la orden de los capuchinos, la cual no es muy grande y es de estilo barroco.

                  
Iglesia de la Trinidad
San Esteban

 Subimos los casi 90 metros de la colina en la que se sitúa y desde allí pudimos disfrutar un buen rato de las vistas desde Bratislava, tanto de la parte antigua como de la más moderna al otro lado del río Danubio.


 El actual castillo no es ni la sombra de lo que era puesto que fue reconstruido en múltiples ocasiones, siendo la última reconstrucción finalizó en 1968 ya que en 1811 fue casi totalmente destruido y permaneció más de un siglo en ruinas.

Marci, Migue y yo frente al castillo
El habitante más notable del castillo fue Santa María de Hungría, hija del rey húngaro Andrés II.



Actualmente, el castillo es el museo nacional eslovaco, pero cuando fuimos a intentar acceder a él descubrimos que estaba cerrado por obras y lo que vimos del interior nos pareció todo demasiado moderno.

Vistas del puente desde el Castillo

Otras vistas de la ciudad desde el Castillo
Tras un rato largo disfrutando de las vistas, decidimos que era hora de descender, paseando tranquilamente, volvimos a adentrarnos en unas calles bastante pintorescas.



Tuvimos que cruzar una carretera para pasar al centro de la ciudad y a la principal Iglesia de Bratislava, la Catedral de San Martín del siglo XV en estilo gótico.

San Martín también estaba en obras
Esta catedral es la más grande de la ciudad y tiene su importancia porque durante su estatus como ciudad real fueron coronados un gran número de reyes húngaros, concretamente 11 reyes húngaros y 8 consortes entre 1563 y 1830. Dentro de la catedral hay unas criptas donde están enterrados varios dignatarios de la Iglesia y políticos de la ciudad.

En unos de los laterales de la Catedral
 Desgraciadamente no tuve la oportunidad de acceder al interior y eso que lo intenté varias veces en distintas horas, pero parece ser que ese día toda Bratislava se estaba casando en la catedral por lo que el paso al interior estaba totalmente vetado.

Torre de la iglesia cercana al río
 Es una pena también que en otras dos ocasiones que fui a Bratislava no me diese tiempo a visitar el interior ya que sólo estaba de paso. Quitando eso, una cosa que me pareció curiosa fue que coronando la torre de la catedral a 85 metros de altura se encuentra una réplica de la corona húngara más grande y con un peso de 300 kilos y si digo que me pareció curioso es porque se mantuvo un importante símbolo húngaro a pesar de que Eslovaquia consiguiese su independencia.

En la punta está una réplica de la corona húngara
A pesar de nuestra frustración, empezamos a pasear por las bonitas calles.

Calle del "Korzo" con la torre de la Puerta San Miguel al fondo
 Eventualmente llegamos a la principal plaza de Bratislava, la plaza Hlavné, pero no por ser la principal es una plaza que impresione, por el contrario, es una plaza bastante sencilla y no demasiado grande.

La plaza principal
 Esta plaza ya apareció antes del siglo XIII, antes de que Bratislava fuera designada como ciudad. Los elementos más significativos de la plaza son las embajadas de Japón y Francia, la fuente de Maximiliano, el edificio del Banco y el edificio del Viejo Ayuntamiento que destaca por su torre en la que hay una inscripción del año 1850 que indica el nivel de una inundación ese año.

Torre del Antiguo Ayuntamiento
 El edificio en el siglo XIV era la casa del magistrado Jakub y en el siglo XV se anexionaron los edificios burgueses próximos al edificio de la torre dando lugar a la actual forma del Antiguo Ayuntamiento, aunque desde entonces ha sufrido varias reconstrucciones. En la actualidad, alberga el museo más antiguo de Eslovaquia, el museo de la ciudad, que data del año 1868,además de un museo de justicia feudal más reciente. No obstante, cuando fui a entrar... ¡sorpresa!, estaba en reformas, para variar en mi día allí. La fuente de Maximialiano data de 1572 y es llamada así puesto que Maximiliano II de Hungría la financio, es por ello que se cree que el soldado representado en lo alto de la columna es este rey, pero tiene más fuerza el mito de que en realidad es el caballero Roland, un antiguo héroe que defendió la ciudad, de ahí que la fuente sea más conocida como fuente Roland. Existen varias leyendas sobre esta estatua, como que de vez en cuando se mueve, pero que sólo lo pueden ver los nacidos en Bratislava y de buen corazón.

Inma y yo en la fuente Roland
Hablando de estatuas, Bratislava tiene unas cuantas bastante significativas con las que los turistas pueden hacerse las típicas fotos. Todas ellas están en la plaza Hlavné y las calles próxima. Es bastante entretenido buscarlas, aunque tampoco es muy difícil encontrarlas. En la propia plaza, frente a la embajada francesa esta la estatua de un soldado napoleónico apoyada sobre un banco en representación de que las tropas de Napoleón llegaron en dos ocasiones a la ciudad.

Migue y yo con la figura napoleónica
 En la calle que da a la fuente Roland (calle Sedlárska) hay otra estatua muy famosa llamada Schöne Náci que representa a un personaje real del principio del siglo XX llamado Ignác Lamar que se convirtió en una importante figura ligada a la ciudad. Siempre iba bien vestido con un traje de frac y sombrero de copa vagando por las calles de Bratislava, especialmente por el korzo (la zona peatonal del centro de la ciudad) y se que quitaba el sombrero cuando pasaban las mujeres, las ofrecía flores y las cantaba una canción que fue famosa antes de la guerra.

Con el Schöne Náci
En el cruce de la misma calle y otra (calle  Panská) está la estatua del mirón, llamado así porque supuestamente mira debajo de las faldas de las mujeres. Esta estatua sale de un agujero y en dos ocasiones perdió la cabeza debido al descuido de conductores, por ello se puso una señal de precaución.

El Miranda
 En esta misma calle puedes sentirte como una estrella acosada por la estatua de un paparazzi que asoma por una esquina.

El paparazzi
 Por alto me pasaron algunas estatuas como la de un hombrecillo pequeño y desnudo que espía desde la fachada de un edificio o las estatuas de equilibristas. Después de esto, paramos para comer.

Continuamos por el Palacio Primacial, justo al lado del Antiguo Ayuntamiento detrás de la plaza principal. Era el palacio en estilo cásico de invierno del Arzobispo de finales del siglo XVIII, previamente había otro palacio del arzobispo de Esztergom (en la actual Hungría). En este palacio se firmo el tratado de Pressburg entre Francia y Austria tras la batalla de Austerlitz en 1805.

Parte del palacio del arzobispo
Después pasamos por la Iglesia franciscana y y su monasterio para digirnos a otro punto emblemático de la ciudad, la puerta de San Miguel en la calle Michalská.

Frente a la puerta
 Había cuatro puertas medievales en la ciudad, pero en la actualidad sólo queda esta. La puerta gótica fue reconstruida en varias ocasiones y ahora es barroca. Dentro hay está un Museo de Armas y bajo la torre está el kilometro cero que marca la distancia de Bratislava a otras ciudades en kilometros.

Punto 0
En lo alto de la torre hay una estatua de San Miguel. De esto no me percate, pero en la misma calle esta la casa más estrella de Europa central, así que si vuelvo tendré que fijarme mejor.

Entrada ya la tarde ya era hora de acercarse a la orilla del río. Por el camino vimos la columna de la peste dedicada a la Virgen, tan comunes en Europa.

Columna de la peste
Finalmente, llegamos al río Danubio y tuvimos una gran vista del puente Nova o Nóvy Most en eslovaco. Hay cinco puentes, pero el Nóvy Most es el que más destaca y es otro símbolo de la ciudad.

Nóvy Most
 Este puente fue construido en 1972, pero entonces se llamaba el Puente del Levantamiento Nacional Eslovaco. En 1993 se cambió el nombre a Puente Nuevo (Nóvy Most) pot los habitantes de la ciudad y así era llamado cuando fui en octubre del 2011 porque en marzo de 2012 se ha votado para que el puente vuelva a llamarse el Puente del Levantamiento Nacional Eslovaco. Comenzó a ser construido en plena comunista (1967) y para ello se derribaron alguna calles, incluso una antigua sinagoga.

Puente al atardecer
 En uno de los pilares hay un ascensor como el que es posible subir a lo alto por 5 euros, pero yo no lo hice. Lo que hay arriba se lo conoce por UFO, por su forma de platillo volante, y es un mirador a la vez que un restaurante giratorio. En época comunista no se permitía subir porque los comunistas no querían que la gente divisase a Austria, un país capitalista cuya frontera estaba demasiado cerca.

Siguiendo por la orilla vimos el edificio del Museo de Historia y comenzamos a alejarnos de la orilla otra vez hacia el interior pasando por el Reduta, un edificio ecléctico construido entre 1913 y 1919 y donde suelen tener lugar eventos sociales y conciertos.

Reduta
Museo de historia

En seguida llegamos al Teatro Nacional Eslovaco construido a finales del siglo XIX donde se representan óperas y ballets. Justo en frente tiene una fuente que representa el mito de Zeus y Ganímedes.

Teatro
A esas alturas ya no quedaba mucho para coger el tren de vuelta a Budapest por lo que pegamos un último paseo por las calles del casco antiguo y paramos a tomar algo en una cafetería típica. Nos entretuvimos tanto que casi perdemos el último tren del día. Y así nos despedimos de Bratislava.



Una de las cosas que me quedó por ver y me dio pena fue Slavín que es un momumento comunista de guerra conmemorando la liberación de Bratislava por el Ejército Rojo en abril de 1945. El monumento consiste en una columna sobre una colina desde la cual se pueden tener vistas buenas desde la ciudad. Desde la propia ciudad yo vi la columna, pero estaba algo alejado del centro de la ciudad. No obstante, imagino que no llevaría tanto tiempo andando.


En resumidas cuentas, creo que Bratislava es una ciudad bonita para ver, pero quien vaya con la idea de ver una gran capital quedará algo decepcionado. Por lo que vi cuando iba en tren a Bratislava y cuando fui en bus a Polonia, lo que merece mucho más la pena son los pequeñas ciudades con sus castillos medievales.

Más fotos aquí

Ahora pongo dos videos que grabé:




23 septiembre 2012

Videoclip de Katy Perry en Budapest

La famosa cantante estadounidense, Katy Perry, realizó un videoclip en el que sale Budapest. Este videoclip es de la canción "Firework" que aparece en su segundo album y es considerada la mejor canción de dicho album, además de ser la favorita de la propia Katy Perry.


Esta canción describe a varios jóvenes con ciertos problemas por los que son recluidos socialmente, ya sea por problemas en casa, enfermedad, aspecto físico u homosexualidad, y cómo recuperan la confianza en sí mismos encendiendo una luz dentro de ellos que salen como chispas a modo de fuego artificial, un himno a la autoestima.

El videoclip se lanzó el 28 de octubre de 2010 y se ha convertido en una de las canciones más populares de la cantante. Otro dato es que al casting del videoclip se presentaron 38000 húngaros. Por otro lado, se pueden apreciar varios enclaves conocidos en Budapest, principalmente el Palacio, el Bastión de los Pescadores, el Danubio y el Puente de las Cadenas. El balcón al que se asoma Katy Perry está en el edificio  del banco Raiffeisen en Astoria, justo al lado de mi universidad, por lo que cada que pasaba por ahí no podía evitar acordarme de la canción.

El susodicho balcón es el del edificio de la izquierda en Astoria. Justo al lado del edificio de la derecha se encuentra mi Universidad, Eötvös Loránd.

Personalmente, tanto el videoclip como la canción me gustan mucho, así que aquí dejo el vídeo y la letra de la canción.



LETRA

Do you ever feel like a plastic bag,
drifting through the wind
wanting to start again?
Do you ever feel, feel so paper thin
like a house of cards,
one blow from caving in?

Do you ever feel already buried deep?
6 feet under screams but no one seems to hear a thing
Do you know that there's still a chance for you
'Cause there's a spark in you

You just gotta ignite, the light, and let it shine
Just own the night like the 4th of July

'Cause baby you're a firework
Come on, show 'em what you're worth
Make 'em go "Oh, oh, oh"
As you shoot across the sky-y-y

Baby, you're a firework
Come on, let your colors burst
Make 'em go "Oh, oh, oh"
You're gonna leave 'em all in down-own-own

You don't have to feel like a waste of space
You're original, cannot be replaced
If you only knew what the future holds
After a hurricane comes a rainbow

Maybe your reason why all the doors are closed
So you could open one that leads you to the perfect road
Like a lightning bolt, your heart will glow
And when it's time, you'll know

You just gotta ignite, the light, and let it shine
Just own the night like the 4th of July

'Cause baby you're a firework
Come on, show 'em what you're worth
Make 'em go "Oh, oh, oh"
As you shoot across the sky-y-y

Baby, you're a firework
Come on, let your colors burst
Make 'em go "Oh, Oh, Oh"
You're gonna leave 'em all in down-own-own

Boom, boom, boom
Even brighter than the moon, moon, moon
It's always been inside of you, you, you
And now it's time to let it through-ough-ough

'Cause baby you're a firework
Come on, show 'em what you're worth
Make 'em go "Oh, Oh, Oh"
As you shoot across the sky-y-y

Baby, you're a firework
Come on, let your colors burst
Make 'em go "Oh, Oh, Oh"
You're gonna leave 'em all in down-own-own

Boom, boom, boom
Even brighter than the moon, moon, moon
Boom, boom, boom
Even brighter than the moon, moon, moon 

19 septiembre 2012

¡Egészségedre!... pero no con cerveza


Egészségedre, como se puede suponer por el título, significa "chín chín" o "salud", pero también significa "qué aproveche" cuando se come y "salud" cuando se estornuda. No obstante, esta palabra no se usa para brindar con toda clase de bebidas. Igual que en cualquier país, no se brinda con bebidas no alcohólicas, sin embargo, en Hungría queda excluida además la cerveza.

Migue y yo con un montón de Heinekens 
La razón de esto se resume en un conocido y fuerte sentimiento nacional por parte de los húngaros que nace bajo el dominio del Imperio austriaco, el cual tenía bajo su control a un crisol de nacionalidades. El descontento provocó varias revueltas que no fueron nada fructíferas. La guerra de la independencia húngara de 1848 no fue diferente y los austriacos reprimieron a los húngaros duramente brindando al final con cerveza. Se decía que los austriacos brindaban con cerveza cada vez que ejecutaban a un húngaro. Este hecho los hirió tanto que incluso se prohibió por ley brindar con cerveza y dicha ley estuvo vigente hasta 1998 al parecer.

Sabela, Laura y Julia con sus cervezas
Durante los primeros meses que estuve en Hungría, desconocía que esto pudiera ser considerado un insulto por parte de los húngaros. Por ello, estuve en varias ocasiones brindando en húngaro con cerveza, pero nunca nadie me dijo nada y si me dedicaron alguna mirada de reproche nunca me dí cuenta. Pregunte sobre ello a mi amigo húngaro Marci y me comentó que lo desconocía, es más, muchas veces nos vio a los demás brindar con cerveza y nunca nos dijo nada. Igual esto se debe a que está tradición ya se está perdiendo con la supresión de la ley y lo más jóvenes ya no lo tienen en cuenta. No obstante, conociendo este dato, creo que lo mejor es no hacerlo en Hungría por si pudiera ofender a alguien.

Edito la entrada para añadir lo que una amiga húngara llamada Dóri me comentó cuando vio la entrada:

La historia sí que es que tras derrotar la revolución de 1848-49 los líderes austríacos brindaron con cerveza, por eso los húngaros decidieron no brindar con cerveza en los siguiente 150 años. PERO, de hecho los austríacos no suelen brindar con cerveza, sino chocan el pie del vaso contra la mesa diciendo Prost (egészségedre). Así que parece que esta historia es falsa, y una posible explicación es que la inventaron los judíos que comerciaron con vino para reducir el consumo de la cerveza a favor de el del vino (siguiendo la lógica de no brindar --> no tomar), y eso de los 150 años, pues solo era un tiempo tras cual ya no les importaría a estos comerciantes :D Algunos húngaros muy nacionalistas todavía guardan esta "tradición", o, si brindan con cerveza dicen "que se joda Haynau", lo que es chistoso si de verdad fue inventada la historia por los judíos.
Yo no sé qué creer, pero es que si celebras un éxito importante (y eso lo era para los austríacos, supongo), brindas con alguna bebida más sofisticada, no? :)
Yo no sé qué creer, pero es que si celebras un éxito importante (y eso lo era para los austríacos, supongo), brindas con alguna bebida más sofisticada, no? :)

17 septiembre 2012

La ópera de Budapest


La Ópera desde la acera de en frente
Durante dos siglos, la ópera italiana dominó todo el panorama musical de Europa y esta influencia fue muy fuerte desde el siglo XIX, excepto en Francia. Más tarde, la ópera alemana empezó a emerger haciendo que países como los escandinavos u Holanda no pudieran competir con ella. Sin embargo, hay dos casos en los que la música sonaba un poco distinto. Este es el caso de las óperas de Eslovenia y Hungría. Ningún otro país de Europa central y del este establecieron su propia tradición en el siglo XIX. Hungría, así como los croatas, checos y eslovenos, estaba muy relacionada con Viena, la cual era uno de los centro musicales líder en ese período. Fue en este momento cuando los nacionalismos comenzaron a emerger. 


El hall de entrada
La capital húngara era un lugar provincial donde no había una corte imperial para hacer ópera de un modo convecional. La ópera era el hobby de los ricos aristócratas y la Iglesia. En el siglo XVIII, había importantes centro de ópera en Hungría en pequeñas provincias aristocráticas como Nagyvárad u Eszterháza. Así que Budapest no tuvo nada comparable hasta más tarde. El establecimiento de la ópera no fue sólo por interés y por la presencia imperial, sino por el status nacional de la lengua, que fue apoyado por la aristocracia húngara superviviente. Los señores húngaros pusieron sus riquezas e influencia en la causa de la autonomía húngara. La aparición de la lengua magyar en la ópera tendió a incrementar el "espíritu nacional".

Las puertas de la entrada
Los húngaros, como los checos y los polacos, no eran una nación independiente en el siglo XIX y las óperas históricas crearon problemas con la censura, a no ser que el tema de la ópera estuviera basado en algo remoto del pasado que no afectase a la fuerza de ocupación en el presente. De esta manera, nos encontramos con óperas históricas nacionales antes de 1526, año en el que el gobierno de los Habsburgo comenzó. Así pues, Bánk bán, personaje de alrededor de 1213, y Hunyadi László, de alrededor de 1456, aparecen en los trabajos de Erkel, pero como figuras auxiliares.

La escalinata principal
La historia de la ópera en Hungría comienza hace más de 300 años. Las primeras actuaciones fueron dirigidas por compañías alemanas e italianas, lo cual es el mismo caso en Austria, y actuaron para teatros privados de la aristocracia porque muchas familias aristocráticas construyeron teatros domésticos en el siglo XVIII. A finales de dicho siglo, la ópera se empezó a escuchar en los teatros públicos. 


Un lateral de la escalera
En primer lugar fue presentada en Pest Rondella en 1784 y algunas actuaciones fueron también exhibidas regularmente en la Buda Várszínház (teatro del Palacio de Buda) después de 1787. Tras 1812, las cosas cambiaron cuando el teatro alemán de Pest fue inaugurado con un enorme auditorio, el cual podía contener 3000 personas y muchos cantantes fueron atraídos desde Viena. 


El buffet
La primera ópera en húngaro fue "Príncipe Pikkó y Jutka Perzsi" por József Chudy en 1791. Sin embargo, se considera que la primera ópera en húngaro es la ópera de József Ruzitska, "Béla futása", en 1822 y no fue hasta 1837 que las actuaciones de la ópera se volvieron más regulares con la apertura de la Pesti Magyar Színház en 1840. Más tarde vendría la ópera de Budapest.


Pasillo tras el buffet donde los amantes se escondían gracias al humo de los fumadores
La Ópera de Budapest fue inaugurada el 27 de septiembre de 1884 en presencia de Francisco José I y es uno de los edificios más significativos de la Avenida Andrássy. En 1870, el Primer Ministro, Gyula Andrássy se las arregló para recibir apoyo financiero del gobernante y la ciudad de Pest ofreció una suma sustancial para construir el edificio de la ópera. Se dice que el Emperador Francisco José I donó gran parte del dinero con la condición de que la Ópera de Budapest no sobrepasase en tamaño a la de Viena puesto consideraba que la de Viena tenía que mantener una mayor importancia como símbolo de supremacía de Austria sobre Hungría. El caso es que cuando Francisco José acudió a la inauguración maldijo porque, aunque en tamaño era más pequeña, por dentro era mucho más bonita que la de Viena. No obstante, esta anécdota no se sabe si fue verdad.


Escalinata real por donde subían Francisco José y "Sissí"
 La primera idea de construir un edificio destinado únicamente a la ópera vino de Bódog Orczy, el director del Teatro Nacional, en 1872. Fueron sugeridos varios lugares para su construcción, pero finalmente fue elegido su situación actual en la antigua plaza Hermina en la calle Sugár (la actual Andrássy). Dicha plaza determinó las proporciones de la ópera. En ese tiempo, esa plaza era un mercado al aire libre y fue barato construir ahí al no haber edificios. 


Espejo en frente de la escalera real que le gustaba a "Sissi" debid a que se veía más delgada
Se realizó una competición de arquitectura que consistió en el diseño de una ópera con una capacidad para 2000 asientos, que no costase más de dos millones de forintos y que la fachada tuviese "un estilo del mejor Renacimiento italiano". En la competición participaron cuatro húngaros; István Linzbauer, Imre Steindl, Antal Szkalnitzky y Miklós Ybl, y dos extranjeros; Ludwing Bohnstedt of Gotha y Fernidand Fellner of Vienna. La persona que ganó fue Miklós Ybl. 


Sala de reposo de la Emperatriz Isabel que tiene acceso a su palco personal
Comenzó la ópera en 1875 y le llevó nueves años terminarla. Fue influenciado por la ópera de París de Charles Garnier, construyendo uno de los mejores edificios de su tipo en Europa de estilo neo-renacentista. A finales de los años 70, el trabajo de construcción decayó por problemas financieros. Por ello, hubo algunos cambios en los diseños originales, no sólo por problemas financieros, sino que también influyó un incendio en el teatro de Viena que costó 400 vidas. Eso influyó en que el auditorio fue dividido en tres partes y se añadieron más salidas de emergencia, también se introdujo un sistema de seguridad. 


Yo asomada al palco de "Sissí"
Al final, la ópera costo mas de 3.3 millones de forintos, casi el doble de lo estimado, pero por otro lado, fue la Ópera más avanzada en Europa de su tiempo, la cual sintetizó belleza y función. A lo largo del tiempo, la ópera ha sufrido varios cambios como, por ejemplo, la luz eléctrica fue instalada en 1895.


El escenario desde uno de los laterales del palco imperial o presidencial, actualmente
El edificio, que es bastante simple y con proporciones claras, está dividido en cuatro partes distintas: el área de recepción (hall de entrada, salones y escalinatas), el auditorio, el escenario y el área de servicio ( las instalaciones de detrás del escenario y los talleres). Los dos últimos predominan en espacio. El objetivo de las área públicas era la estética y la comodidad.

Detalle de los palcos pequeños
El edificio en general presenta los estilos del Renacimiento y el Barroco tanto en los elementos arquitectónicos, como en los trabajos ornamentales, de madera, de metal y en las esculturas. La decoración era rica con un hall, escalinatas y paredes en mármol y murales y frescos que recubren el techo y las paredes. Los murales eran el fruto de trabajo de tres maestros húngaros; Károly Lotz, Bertalan Székely y Mór Than. Todos ellos obtuvieron su influencia de París y Viena y elegieron como tema principal de sus frescos el poder universal y la apoteosis de la música.


La lámpara central
La fachada da una impresión monumental. En ambas esquinas hay dos esfinges construidas por Alajos Stróbl, que también realizó las esculturas de Ferenc Erkel y Franz Listz a ambos lados de la entrada de la ópera. En los nichos que se encuentran en la primera planta, en frente de la ventana del buffet, están las estatuas de cuatro musas y la terraza de arriba está decorada con estatuas de 16 compositores. Estas estatuas se deterioraron mucho y las quitaron en 1930 y no las volvieron a poner hasta 1965. Las estatuas son de famosos compositores: Monteverdi, Scarlatti, Gluck, Mozart, Beethoven, Rossini, Donizetti, Glinka, Wagner, Verdi, Gounod, Bizet, Mussorgsky, Tchaikovsky, Moniuszko y Smetana. En ambos lados de la ópera hay dos entradas; en el lado derecho hay una entrada para los artistas y en el izquierdo está la entrada que da a la escalera real.

El palco central donde el emperador Francisco José I ocupó en una ocasión. Por protocolo, su mujer la emperatriz no podía sentarse con él. Actualmente, el palco está reservado para grabar las actuaciones y para el Primer Ministro y el Presidente de Hungría.
El impresionante hall de entrada tiene una doble escalinata y unas columnas de mármol gris que sostienen las bóvedas. En el buffet hay pinturas de distintos momentos de la vida de Dionisio y pinturas de paisajes en las paredes hechos por Feszty Árpád. El auditorio tiene una forma de herradura y tres plantas, aunque en el plano original había cuatro plantas, pero no fue posible por los problemas financieros. El techo redondo del auditorio representa a los dioses griegos del Olimpo, una enorme lámpara dorada cuelga del centro de esta pintura y en toda la sala predomina el color dorado y rojo.

"La apoteosis de la música" representada por los dioses griegos en el techo del auditorio
El primer director de la ópera fue el reconocido compositor húngaro Ferenc Erkel hasta 1888 y lo sucedió Gustav Mahler hasta 1891. Con él comenzó la "época dorada" de la Ópera de Budapest. Al principio la ópera tuvo un repertorio muy variados que incluía 37 óperas y 7 ballets. "La Reina de Saba" de Goldmark fue la más exitosa. Después vino Nikisch Arthur quien trajo los trabajos de Puccini como "Manon Lescaut", "Madame Butterfly" o "La fanciulla del West". A partir de 1900 fue sustituido por Kerner István. y luego Bánffy Miklós. A partir de 1910, la carrera de nuevos importantes cantantes de ópera comenzó como son Sándor Erzsi, Medek Anna, Haselbeck Olga, Basilides Mária, Némethy Ella, Környei Béla, Pataky Kálmán and Székelyhidy Ferenc.


Los pisos de la Ópera 
En definitiva, la ópera de Budapest fue muy significativa para la población húngara porque fue como un símbolo del nacionalismo en un momento tan delicado. La gente se identificaba con las nuevas óperas relacionadas con la historia de Hungría, como las que Erkel compuso, y también con las pinturas de la ópera, hechas por artistas húngaros.

La orquesta
 Por otro lado, la ópera perduró de la misma forma durante toda su historia y sólo fue cerrada un año durante la Primera Guerra Muncial y también durante la ocupación nazi al recibir algunos daños. La renovación de la ópera fue pospuesta varios años hasta que por fin en 1980 se realizó. Durante los cuatro años de restauración se utilizó el Teatro Erkel. La Ópera volvió a abrir en septiembre de 1984, en su centenario.

Sentada en un palco. Al fondo el escenario y el palco de "Sissí". Se decía que el palco de Sissí estaba situado al lado del escenario porque era vanidosa y la gustaba que la mirasen cuando la gente miraba el escenario. Sissí acudió en muchas ocasiones a la Ópera, al contrario que su marido, y se dice que siempre iba acompañada de Gyula Andrássy con el que se la ha llegado a relacionar amorosamente.
En los meses que he estado en Budapest, no desaproveché la oportunidad y fui en varias ocasiones a la ópera, aunque me habría gustado ir más. Pude ver el ballet de "Los hermanos Karamazov", el cual me gustó mucho y todo lo demás fueron óperas; La cenicienta, El murciélago, El barbero de Sevilla, Las bodas de Fígaro, Parsifal, Arabella, Madame Butterfly y Tannhäuser, entre otras. De las que vi me gustaron especialmente "Tannhäuser" de Wagner y "Madame Butterfly" de Puccini, además del único ballet que vi.

Final de "Tannhäuser"
El que menos "Parsifal" de Wagner que resultó ser un ballet de 5 horas muy denso, los decorados me parecieron malos, y eso que todas las óperas que vi tenían unos decorados y un vestuario bastante increíble. Otra de las razones por las que aproveché para ir tanto a la ópera fue su precio. Las entradas son muy baratas, incluso las más caras. La entrada más barata suele ser de 600 forintos (2 €) y la más cara son de 16000 forintos (que no llega a los 60€). La más cara podría ser perfectamente la entrada más barata para ver un musical en Madrid.

Final de "Arabella"
 No obstante, si no se quiere gastar mucho dinero, yo recomiendo coger la segunda más barata que suele salir a 1200 forintos (4 €) porque las entradas de 600 forintos suelen estar ubicadas en malas zonas muy a los costados donde la visión del escenario es prácticamente nula o detrás de columnas, lo que hace que mucha gente tenga que ponerse de pie, además la de 1200 forintos ¡sigue siendo más barato que ir al cine!

Predominancia del rojo y el dorado en la ópera
Para poder comprar entradas para asistir a alguna actuación es posible a través de la web de la Ópera: www.opera.hu Una vez en la página se da a Musor (programa) y ahí sale toda la programación prevista para el año. Además de que se puede dar a "comprar entrada" donde se ira a una página y se ve que asientos libres quedan y su precio. Es preferible mirar con bastante antelación porque se suelen acabar bastante rápido.

Sala de descanso
Si sólo se quiere ver la Ópera por dentro pagar una entrada de 600 forintos sale bastante económico, pero existen visitas guiadas en varios idiomas, incluido en español que creo que era a las 16:00 horas. Está visita guiada resulta bastante informativa y merece la pena en el sentido de que puedes asomarte a salas que comprando una entrada normal no puedes ver y menos si estas en la parte más alta de la ópera. Aquí dejo el video, de mala calidad, que hice en la visita.



La visita guiada es de una hora más o menos y cuesta 2800 forintos (casi 10 €) y la de estudiante 1400 forintos. Yo tuve la suerte de que mi amiga húngara Eszter trabajaba de guía en la Ópera y me hizo una visita guiada especial.

Este video es de una ocasión en la que Nuria y yo asistimos al ballet "Los hermanos Karamazov"

Por último, decir que una cosa curiosa cuando acaban las actuaciones, a parte de que se aplaude mínimo durante un cuarto de hora, llega un momento que todos los aplausos se sincronizan. Aquí grabe un ejemplo al final de la ópera de "Arabella".




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